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Raquel: Mi paso por CENIAC 2

Actualizado: 9 oct 2020

Para quién no haya leído la entrada anterior (os invitamos a hacerlo :P), os compartimos la historia de Raquel, una chica con discapacidad intelectual que realizó prácticas con nosotros en centros con personas de la tercera edad.

Hoy, compartimos con vosotros las letras que Raquel nos escribió respecto a algunos de los beneficios de las Intervenciones Asistidas con Animales. Allá vamos:


“Me llamo Raquel tengo 25 años y al acabar mis prácticas en CENIAC os voy a explicar lo que es y a que se dedica esta asociación.


Se dedica a hacer Terapias Asistidas con Animales (perros, conejos, ratas, entre otros animales) en centros de la Tercera Edad, Diversidad Funcional, Salud Mental, entre otros, tanto con niños como con adultos.


Las terapias consisten en que la persona le enseña al animal de manera divertida a tumbarse, sentarse, que de una vuelta, etc. Cuándo el animal ha realizado la orden, la persona le da un premio.

Pero hay muchísimas otras actividades, incluso algunas donde el animal tiene un papel secundario. Trabajan con muchos materiales, ya sean puzzles, aros, tarjetas, cubos..


Algunos objetivos que trabajan son la memoria y concentración con juegos que consistan en pensar y concentrarse .Las personas se motivan ya que antes de empezar con los ejercicios, los animales están repartiendo el mejor amor. Este tipo de terapia que hacen no solo les ayuda a nivel mental si no que también les ayuda a nivel emocional, el levantarse cada día con esa sonrisa.


Uno de los beneficios que se consiguen y que me gustó mucho es ver el amor y cariño que ofrecen estos animales a las personas, pero también el que las personas les ofrecen a estos animales, algunos de ellos adoptados, que en su día fueron abandonados por los humanos.


De esta forma a través de diferentes actividades y juegos con el animal es muy positivo psicológica y emocionalmente porque se dan cuenta que son capaces de conseguir lo que se propongan, es decir, como darle una orden al animal y que el animal le obedezca es para ellos muy satisfactorio, de esta forma conseguimos sacarles una gran sonrisa.

Les ayuda en motivación, seguridad y a quererse más y los profesionales de la asociación y las personas que participan en prácticas o voluntariado les hacemos compañía a ellos y ellos a nosotros.


Ha sido una gran experiencia y un placer poder compartir esos momentos junto a CENIAC y todas las personas que he conocido durante mis prácticas.


Gracias a la Asociación ACIDH y a la Asociación CENIAC por hacerlo posible.




Con éste último texto, le volvemos a dar las gracias a Raquel por abrirse y compartir con nosotros parte de su historia de ésta manera tan real y sincera. Es un orgullo que alguien ajeno al mundo de las IAA sepa reconocer y valorar el esfuerzo y los beneficios que aportan este tipo de intervenciones.


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