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INAPETENCIA INFANTIL

La inapetencia infantil es uno de los motivos de mayor preocupación de padres y madres. En la mayoría de los casos no es sinónimo de enfermedad y la situación revierte fácilmente.

Siempre que un niño tiene falta de hambre es necesaria una buena valoración por parte del pediatra para descartar la presencia de enfermedades.

Si la inapetencia aparece justo cuando existe una enfermedad aguda leve como un resfriado, otitis,  faringitis, diarrea, etc., se tendrá que esperar a que el pequeño recupere el hambre por si solo una vez haya superado la enfermedad.


Cuando se debe por un proceso de aprendizaje inadecuado de los hábitos de alimentación, es necesario que los padres se conciencien y rectifiquen los errores en el modelo de conducta que la familia ofrece.


Consejos:

La mejor manera de estimular y animar al niño a comer es dándole ejemplo. Los niños imitan a los adultos que ven diariamente. Otra manera de dar buen ejemplo es reducir la oferta de golosinas a días concretos, y no permitir que el niño coma a deshoras, controlando qué es lo que come el niño fuera de casa. Una vez en casa, es importante mantener las cuatro o cinco comidas diarias: desayuno, comida, cena y almuerzo y merienda. 



  • La hora de comer debe ser un momento relajado y tranquilo. 

  • Establecer un tiempo mínimo y uno máximo de permanencia en la mesa sin levantarse.

  • Enseñar educación en la mesa (postura correcta, uso de cubiertos, quitar la tele o los juegos durante la comida, etc.).

  • Evitar la monotonía y posibilitar la degustación de nuevos alimentos en pequeñas cantidades sin forzar, pero sin caer en la cesión a caprichos.

  • Los alimentos pueden ser más atractivos para los infantes si se les ofrecen en presentaciones especiales, por ejemplo, en forma de caras, aviones o animales.

  • Deja que te ayude a preparar los platos más sencillos y a poner la mesa, estimulará su interés por los alimentos.

  • Corregir las conductas inadecuadas durante la comida sin gritos, enfados ni ansiedad. Cuando finalice el tiempo para comer se retira el plato y se espera hasta la siguiente comida.

  • Siempre se debe acudir al pediatra ante dudas sobre el estado físico de un niño o si se aprecian síntomas como diarrea, vómitos o dolor persistente en relación con su pérdida de apetito, si está bajando de peso o si se tiene alguna preocupación.


"Para los pequeños, la familia es el modelo ideal para el desarrollo de las preferencias y de los hábitos alimentarios."


Que es lo que no se debe hacer:




  • No forzar nunca a comer, eso crea más rechazo hacia la comida.

  • No excederse con las cantidades en los platos, si se queda con más hambre ya lo pedirá.

  • No recurrir al chantaje ofreciendo premios si el niño come bien o amenazando con castigos si no lo hace.

  • No recurrir al uso de vitaminas para aumentar el apetito puesto que estas no realizan dicha función. Siempre pedir opinión al pediatra.

  • No comparar nunca con otros niños. Cada niño es diferente, algunos siempre están dispuestos a aceptar un poco más de comida mientras que otros se satisfacen con poca.


En CENIAC ofrecemos sesiones de Educación Nutricional Asistida con Animalesdonde enseñamos la importancia de comer saludable y variado a los niños de una forma lúdica en un ambiente de confianza y agradable para ellos.

Siempre supervisado por un equipo profesional formado en nutrición, psicología y en terapias asistidas con animales.

info@ceniac.com

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