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  • Foto del escritorCENIAC

Actividad: “¡Manos sobre la mesa!”

Os vamos a explicar una actividad muy sencilla pero con la que, ¡podemos pasarlo muy bien!


Prácticamente no necesitamos material y se trata de una actividad indicada para cualquier tipo de colectivo y edad.


A nosotras, personalmente, nos gusta mucho esta actividad porque te permite implicar a muchas personas a la vez y variar un poco la zona donde se trabaja con el perro. Lo tendremos encima de la mesa y eso nos ayudará para que puedan interactuar más fácilmente con él aquellas personas en silla de ruedas o con movilidad reducida.


Pero como decimos: ¡cualquiera puede sentarse a la mesa a jugar!



En cuanto al material: Necesitaremos mesas alargadas para que los usuarios se sienten uno enfrente del otro. Premios para el perro y un taburete o silla vacía.

*En una variante del juego se pueden usar aros de una sola pieza o aros desmontables.


En cuanto a nuestro compañero canino: Nos aseguraremos de que los perros que participen en esta actividad se sientan agusto estando encima de una mesa y no corran riesgo de caerse, para ello les facilitaremos siempre una zona donde puedan subir y bajar fácilmente de la mesa con un taburete, silla o caja, adaptando un “escalón” para ellos.

Para esta actividad habremos enseñado a nuestro compañero a pasar por debajo de palos puestos en horizontal y a saltarlos, también a pasar por dentro de los aros.


En cuanto a los objetivos trabajados:

Con esta actividad trabajaremos:

  • Motricidad gruesa

  • Motricidad fina

  • Fuerza de EESS (extremidades superiores)

  • Observación

  • Atención

  • Trabajo en equipo

  • Relaciones sociales

  • Autoestima

  • Empatía

  • Si usamos los aros desmontables también podremos trabajar:

  • Reconocimiento de colores

  • Reconocimiento de objetos

  • Capacidad de análisis


Desarrollo de la actividad:


Una vez los usuarios están sentados alrededor de la mesa (de manera que cada uno tenga otra persona enfrente), les pediremos que se den la mano con el de enfrente.

En esta actividad haremos que vayan alternando diferentes tipos de obstáculos que formarán ellos mismos con los brazos, para que el perro tenga que superarlos cruzando la mesa de un extremo al otro.

Si somos impares podemos pedirle a uno de los usuarios que se encargue de dar el premio al perro cuando cruce.


Por ejemplo:


Empezaremos pidiendo que pongan los brazos extendidos tocándose los dedos con la persona de enfrente y apoyados en la mesa. El perro tendrá que pasar saltando los brazos como si de palos de un circuito de agility se tratara, ¡ellos deben mantenerse concentrados y no moverse!


También les pediremos que, manteniendo la posición, levanten los brazos todo lo que puedan, ¡el perro pasará por debajo como si fuera un túnel!


Una vez así podemos variar la altura de los brazos para que el perro pase por debajo (agachado, si sabe) o salte por encima. Pero, independientemente de por donde pase el perro, estaremos haciendo trabajar a los usuarios la fuerza y coordinación de EESS.


Hay muchas variantes de este juego: podemos alternar los brazos y/o usar un sólo brazo y así también adaptar el juego a personas con una hemiplejia o movilidad reducida, así como usar los aros.


Nuestras conclusiones:


Con esta actividad alcanzamos beneficios a nivel físico y cognitivo, pero sobretodo destaca por sus beneficios sociales: sólo tenéis que probarla y observar cómo de repente empiezan las conversaciones, las risas, los comentarios divertidos


Las preguntas que derivan del contacto físico,”¿y usted de dónde es?”, “¿prefiere levantar o bajar los brazos?”... porque quizás estas dos personas nunca habían hablado y ahora colaboran para pasar un rato divertido, se trabajan de esta forma posibles carencias afectivas en general.


¡Juntos es mejor!


Si deseas más información puedes contactar con nosotras a través de info@ceniac.com.

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